Aspectos arquitectónicos

De origen islámico, la fortaleza empezó a construirse a finales del siglo XII, contando inicialmente con dos recintos amurallados, con el albacar sobre la parte baja (actual explanada del Santuario), protegida en su momento por una cerca de tapial asentada sobre base de mampostería y reforzada a su vez con torres cuadrangulares macizas situadas hacia el exterior (muralla que a día de hoy sólo es visible en algunos pequeños tramos), y el alcázar sobre la zona más elevada, cuyo recinto (el único que actualmente se puede ver y visitar), cuenta con una planta poligonal, conformada por un lienzo de tapial de unos dos metros de grosor, apoyado originalmente sobre ocho cubos cuadrangulares en saliente para su defensa, de los que a día de hoy, tan sólo se conservan la mitad.

Este alcázar presenta dos puertas de acceso. La situada al Norte es la más antigua, quedando sobreelevada con respecto a la vía de asfalto actual y cerrada por una reja de metal, funcionando probablemente en su momento como una puerta «en codo», protegida por los dos cubos macizos existentes en sus laterales y enmascarados a día de hoy por la reforma que sufrió este acceso en época bajomedieval, de la que tan sólo apreciamos su arco de medio punto, realizado en sillería.

Acceso principal

Acceso principal

El acceso principal queda orientado al mediodía, comunicando directamente el antiguo albacar con el alcázar del Castillo. Presenta un acceso arqueado, de medio punto al exterior y de arco rebajado al interior, fabricado en sillería y con marcas de cantero en la mayor parte de sus bloques de piedra.

Torre cuadrada (islámica)

Torre cuadrada (islámica)

Cuando entramos al recinto, a izquierda nos encontramos con la torre cuadrada, también conocida como la torre de «cuatro picos» o «desmochada», al haber desaparecido el piso superior. Se construyó en época islámica mediante la técnica del tapial, conservando unos 11 metros de altura, con una puerta sobreelevada, en altura, con arco de medio punto en sillería. Un pequeño pasillo nos conduce al interior de la planta baja, cubierta con bóveda de medio cañón e iluminada por una aspillera, documentando bajo ella un aljibe. El acceso a la planta superior se realiza mediante una escalera que circula adosada al muro, cubierta por una bóveda de medio cañón escalonada de piedra.

Con el inicio del siglo XIV, el Castillo de La Mola pasó de manos castellanas a la Corona de Aragón, iniciándose bajo este nuevo dominio feudal un periodo de importantes reformas estructurales, con el refuerzo de sus murallas y puertas de acceso, y la construcción de la «famosa» torre triangular que se alza (con 15 metros de lado por 17 de altura) sobre el flanco Oeste, elaborada en mampostería y sillería encadenada sobre las esquinas, única en toda la península ibérica por sus características arquitectónicas.

Escaleras Torre Triangular (cristiana)

Escaleras Torre Triangular (cristiana)

El acceso a esta torre (al igual que a la «cuadrada»), queda situado en altura, sobre la cara noroeste. La puerta es de arco de medio punto, de sillería al exterior y arco rebajado al interior.

Estructuralmente se compone de tres alturas (planta baja, primer piso y terraza), cubriéndose las dos salas inferiores con una bóveda apuntada, en base al desarrollo triangular de las esquinas, utilizando asimismo, para la iluminación y ventilación de cada espacio, una aspillera abocinada (amplia hacia el interior y de reducido tamaño al exterior).

La planta baja queda comunicada con los pisos superiores por una escalera situada a la izquierda del acceso principal, compuesta por un pasillo escalonado con bóveda de medio cañón y aspilleras sobre los muros de cada tramo. Sendas poternas de medio punto, realizadas en sillería, se sitúan entre ella y el paso con respecto a la planta baja y el piso principal, accediendo finalmente, desde este pasillo, a la terraza o cubierta superior.

Vista del reducto principal

Vista del reducto principal

El reducto principal del castillo, con una superficie de algo más de mil metros cuadrados, fue parcialmente excavado entre los años 1983 y 1991, constatando un importante conjunto de estructuras de uso doméstico, al servicio de los propietarios y la guarnición militar que custodiaba la fortificación, con dependencias tales como la cocina, la despensa (y posterior cárcel), el horno de pan, el molino, aljibes, el salón comedor o los dormitorios, entre otros. Un hecho que nos permite conocer aspectos variados en cuanto a la organización y la vida cotidiana del castillo durante los siglos XIV-XVII.



.

.

.

Anuncio publicitario